No es que te quemes
te entregas.
Te entregas
por esos pies descalzos
que cementan aún más
la tierra resquebrajada
por la injusticia.
No es que te quemes
te entregas.
Por
Reflejo azul.
Noche.
Sonido de tambor.
Luciérnaga de paso.
Es que te mueres
sino te entregas
y te vuelves cenizas
de ninguna parte.
Entonces elijes y
vuelves.
Ven
que nos beberemos
toda.
Toda la vida
y la sangre.
26-06-11
20-12-11
Gracias por estas poesías.
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